Aceite de chufa virgen extra
La esencia de la chufa
La esencia de la chufa
El aceite de chufa virgen extra se obtiene mediante un proceso artesanal de prensado mecánico en frío de la chufa, del que se extrae un líquido de color ambarino, claro y de olor suave y agradable. El prensado en frío que empleamos no altera las propiedades del tubérculo. Destaca por su elevado contenido en vitamina E y es muy eficaz en tratamientos epidérmicos.
El uso del aceite de chufa en la actualidad es en la industria cosmética, para la elaboración de cremas y jabones naturales. Es muy eficaz en tratamientos epidérmicos, al ser un antioxidante por su alto contenido en fitoesteroles, hidrata y nutre la piel, además de tener un efecto cicatrizante y reparador, aportando elasticidad, revitalizando las células y evitando el envejecimiento.
El aceite de chufa ya era utilizado por los antiguos egipcios, que lo empleaban para cocinar dulces y elaborar bálsamos aromáticos que ofrecían en sus rituales al Dios Ra. Siglos más tarde, los romanos bizantinos utilizaban la chufa para la elaboración de aceites especiales a los que atribuían importantes propiedades curativas.
Para elaborar el aceite de chufa primero se seleccionan minuciosamente las chufas que se van a prensar, las seleccionadas se colocan manualmente en tamices circulares uno encima de otro hasta formar una larga torre de unos 2 metros aproximadamente y se comienza a comprimir.
El resultado del prensado son lágrimas de aceite que antes de envasar es necesario que pase por tres filtros para evitar cualquier impureza en el aceite final.
Aspecto: líquido oleoso fluido.
Color: amarillo dorado – ambarino.
Olor: suave y sutil.
Tacto: sedoso, penetra bastante rápidamente en la piel.
El aceite de chufa Virgen Extra es un aceite vegetal estable. Se recomienda conservar en lugar seco, entre 16 y 23ºC, evitando directamente la luz.
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